domingo, 24 de abril de 2011

OSIRIS



Porque tuvimos que echarnos la cruz de hollín en la mano, dibujar ciento de veces el rostro de alguien,

seguirlo con el índice hasta acabarlo matando

y sin nisiquiera pedirle permiso

quizás darle sexo un poquito sucio/ porque no era la intención derrochar la muerte sino que prolongar

la envergadura tibia

lastimera y catastrófica del dato de defunción

al barro hacerlo sangre como si fuera semen

al semen hacerlo arnés entre la cadena

y el muslo contra el pavimento

sobre el período de oscura imagen y sílaba

lacerante debe ser la mordida y el veneno

trombosis debe causarle hasta echarlo adentro

una bolsa, muchas bolsas, cualquiera

puede caber

y si quieren aire, un tajito debe existir para que mires

como el hondo parejo de las piedras

son es tan igual al anonimato.