domingo, 15 de abril de 2012

Canto para una niña con el corazón puesto en un remolino de vientos



  Para mi pequeña lucha
 Mi barricada de odiosidades
 La pequeña de ojos diamante


 La falta de gramática para desmenuzar
 Este deseo que no sabemos cómo y cuándo
 Lo tuvimos que llevar a las espaldas
 O esa llave que perdimos entre los bolsillos
O en los parques, nos llevó a descifrar en los ojos de las cosas el baile del Mundo

 No aprendimos a arrugar el papel celofán
Del olvido, ni a rasgarlo,
 Sino que sólo atinamos a ponerlo entre los libros
 Para que no se rompa
 Como el nudo de viento que pasa
 Por la camisa o los zapatos rotos

 Sólo quisimos mantener siempre
Una mariposa muticolor
Que sabe dónde hay que volar


 Cuando te recuerdo
 Un río negro se lleva este sueño de helicóptero
Que sobrevuela los campos de tu soledad
 Y los dolores que placen pastando sólo me balan
Y me llaman y me llaman y los miro Mujer,
sólo los miro y les dejo caer mi beso

 En el rincón de mi mano
 un sol azul para que duermas;
 en mi pecho,
la llave de nuestro pacto;
en mi cuerpo,
 la muralla;
en mi lengua,
la aurora;
en mi cabeza,
 tus palabras

 Y en nuestros pasos
 Los colores que se ocupan
 Para hacer dibujar a los niños los aviones que no caen
 O los rayos que resbalan de la luna

 El mundo es de los soñadores, mujer, ven y cierra los ojos para que dejes correr el caballo loco de la vida y veas el crin de nuestros sueños envueltos en el fuego de nuestra revolución.